miércoles, 30 de julio de 2014

Fan-Fic...


¿Escribir o no escribir?
He aquí la cuestión

Durante varios años considere que escribir un fan-fic era adueñarse de la historia de otro, pero en los ultimos tiempos, mientras intento superar y solucionar mis ataques de “bloque de escritor”(BDE), debo decir, que mis sentimientos cambiaron radicalmente.

Mi prejuicio original podria deberse a años de estar sometida a rigurosos profesores de literatura que consideraban plagio cualquier parecido minusculo entre una y otra historia que cayese en sus manos. Y tal como perros hambrientos con un hueso, no lo soltaban a uno hasta que no se hubiese remediado la terrible falta.
Sin embargo, en plena crisis de BDE descubri el poder detrás del FanFic. No solo era un obvio cumplido hacia el autor, creador de ese maravilloso mundo en el cual nos habiamos sumergido a lo largo de sus novelas, series, o comic. No solo era un deseo por haber sido el creador de ese increíble universo. No solo era el querer aplicarle las modificaciones necesarias para que se amoldase a nuestros deseos mas intimos.
No. Se convirtió en algo mas.


Debo admitir que soy una fanatica encubierta de la saga Crepúsculo. En su momento, cuando salio el primer libro, yo lo adquiri en la Feria del Libro. Y desde aquel entonces, compre y lei los otros tres, y suspire junto al resto de las admiradoras cuando salieron las películas (obviando las discrepancias, y la eleccion de los actores para representar a cada personaje). Por si alguna se pregunta… Cof, cof, cof… Equipo Jacob.
Y ese mismo fanatismo me llevo a entrar en contacto con otras fanaticas que expresaban ese amor por medio de los fanfic. Debo admitir que hay varios dando vuelta en la red que son realmente buenos y cuyas escritoras son tan talentosas que bien podrian publicar un libro si asi lo quisieran (al menos, yo los compraria).
Todo esto, me llevo a tener una especie de hepifania para contraterrestrar el BDE. Yo sufro de “El mal de las 30 hojas”. Tengo la idea. Estoy super inspirada. Escribo a mas no poder. Y en cuanto me acerco a este numero, mi musa huye despavorida.
¿Cómo superarlo? Escribiendo. Pero no cualquier cosa. Sino, dandole un respiro a mi cerebro de mi creación. Pero en vez de irme a papar moscas, sigo escribiendo y ejercitando a mi musa inspiradora pero utilizando como base un mundo ya creado. Un mundo que ya tiene sus personajes principales. Que ya tiene sus reglas y ciertas condicionamientos inquebrantables.
De esa manera, yo me siento relajada y no siento la presión por estar encima de cada detalle (Hey, cada escritor con su locura). Me divierto. Creo situaciones y me surgen ideas que me ayuden a volver a encaminarme en la historia que estaba escribiendo originalmente.
¿Mi voto? Si. Si, escribir fanfic.
Siempre y cuando respetemos que cada obra tiene un autor, y no nos proclamemos como dueños de las mismas. De lo que si somos dueñas son de los nuevos personajes que introduzcamos, de las nuevas ideas y de todo lo que salga de nuestra mente.

Nota: Lo siento chicas pero jamas voy a poder adaptarme a que Robert Pattinson sea Edward Cullen. ¿Mi justificativo? Tengo un amigo que es exactamente igual a la descripción del libro.


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